Esa afirmación es parte de una serie de Leyendas Urbanas inventadas para desprestigiar el gobierno del Presidente Vinicio Cerezo, que fueron parte de las mentiras que se dijeron para desprestigiarlo, tanto por los partidos opositores como por los grupos de poder fácticos que intentaban reducir su apoyo popular para disminuir su capacidad de maniobra y evitar las reformas que estaba impulsando para beneficiar a los sectores medios y populares de la población, reformas que por supuesto también beneficiaron a los sectores empresariales.
De hecho mucho empresarios ahora reconocen el sentimiento de alegría que predominaba en la época por una actividad económica que estaba sacando al país de la depresión provocada por la Guerra Civil interna que se vivía, caracterizada por el desabastecimiento de productos de la vida diaria, de combustible y de divisas para abastecer el mercado.
De hecho las políticas implementadas por el Gobierno del Presidente Cerezo no solo reactivaron la economía, estabilizaron la macroeconomía, disminuyeron el desempleo, abastecieron el mercado y modernizaron el sistema económico, sentando las bases del sistema que ahora se vive en el país.
Por supuesto, varias de las acusaciones que se le hicieron llegaron a los organismos encargados de hacer las investigaciones, el Congreso de la República y los Tribunales, pero nunca los acusadores pudieron demostrar las verdad de su acusaciones y con los años, el estilo de vida del Presidente Cerezo y su patrimonio limitado a sus ingresos y a su trabajo, constituyen la mejor evidencia de su comportamiento.
Se probado históricamente que muchas de esas “leyendas urbanas” eran falsas, exageradas y totalmente infundadas. Para los que aun tienen dudas y escuchan aun las acusaciones sobre islas, negocios o enormes propiedades, se les invita a que hagan una simple investigación sobre sus bienes y su manera de vivir, muy relacionadas con la vida de una persona de clase media que ha tenido un éxito moderado en la vida.